En honor a la verdad, el aprendizaje del temario debe estar destinado a cumplimentar el examen final con la “rapidez y precisión” requeridas. De poco sirve conocer bien la materia si después no se puede responder con la premura esperada. Las preguntas no contestadas por falta de tiempo, en nada se diferenciarán de las que se dejen en blanco por falta de conocimientos u olvido de información.
Es por estas circunstancias que la cumplimentación de exámenes (test y supuestos prácticos), como última fase de autoevaluación que es, exige un riguroso respeto a las condiciones de tiempo impuestas en el proceso selectivo, y por esto mismo, la realización de cada tomo de test y supuestos prácticos deben cumplirse estas indicaciones sobre el tiempo máximo disponible para la realización de los mismos.
Si por cualquier motivo, el tiempo ha resultado escaso (preguntas sin contestar o sin revisar debidamente), se anotará con especial cuidado el rendimiento obtenido, el único válido a efectos de repaso, sin perjuicio de que, en un momento posterior, pero “fuera de tiempo” se analicen las preguntas no contestadas.
El opositor debe ser escrupuloso desde el principio trabajando “contra reloj” y nunca practicar en condiciones “más cómodas” que las que espera encontrar el día del examen real. Su entrenamiento, su criterio de aprendizaje y su éxito, dependen de ello.
¿Qué método debo utilizar para estudiar?
No hay un método mejor y único. El método recomendable es el que mejor le encaja a uno y saca más partido. Los pasos orientativos podrían ser:
- Realizar una programación detallada, es decir, distribuir racionalmente el estudio de los temas a lo largo de los meses. Evidentemente, esto queda muy mediatizado por la cercanía de la oposición. Tienes que saber cada día con qué tema o temas se va a enfrentar.
- Disponer del tiempo necesario para aprender bien el tema. Será determinante la mayor o menor extensión del tema para seleccionar bien el tiempo que debo invertir. No son buenos los “atracones” contra reloj.
- La realización de los test y supuestos prácticos deben cumplimentarse conforme el tiempo máximo disponible para la realización de los mismos. Debes ser escrupuloso desde el principio trabajando “contra reloj” y nunca practicar en condiciones “más cómodas” que la que esperas encontrar el día del examen real. Tu entrenamiento, tu criterio de aprendizaje y tu éxito, dependen de ello. A este respecto, puede echarle un vistazo a la página web www.armentapenitenciario.com, concretamente a la pestaña “ejercicios” del menú desplegable “oposición”.
- Nunca realices las evaluaciones (test y supuestos) sin haber trabajado bien el tema. Realízalos sólo cuando la materia la tengas dominada, incluido la memorización. De lo contrario nunca podrás evaluarte con un mínimo de garantía.
- Valora y analiza los fallos cometidos en los exámenes para que te de criterio a la hora de estudiar. Si te cuesta mucho y provoca un enorme desgaste el aprenderse el número de los artículos, sopesa si te merece la pena ese esfuerzo memorístico. No son muchas las preguntas oficiales que le piden exclusivamente el número del artículo.
- Podría serle útil seguir las siguientes pautas a la hora de estudiar cada tema: calendario de estudio programado; lectura comprensiva del tema con incidencia de las partes más difíciles; estudio razonado y memorísticos del tema; tras ello y sólo tras ello, realización -bajo control del tiempo- de los exámenes, con análisis de los fallos e insistir en aquellas partes del tema que los exámenes indican que lleva más floja.